Quintana Martelo trabaja en un modo de introspección personal de aquello que lo rodea en el interior de su estudio. Es, de algún modo, una forma de “autorretrato” en donde sus útiles y sus ropas de trabajo, la paleta de colores, los platos con pintura, los pinceles, los zapatos o sus pantalones y camisas, forman parte de su relato pictórico en forma de dibujos, acuarelas, pinturas etc. Es su mundo interior que sale en forma de expresiones artísticas su alma, y mi mirada, forman la parte emotiva y emocional que justifica su trabajo.

Para el artista plástico Manuel Quintana Martelo, la razón y la intención de la pintura, y para el, el interés último, radica en el reconocimiento de los cambios, los errores o las correcciones que configuran el acto de pintar, en el logro de un orden, una armonía o una belleza exenta, fuera del modelo establecido como referencia: moviéndose en el tiempo, convirtiendo el espacio en una obsesión y no en una conquista, girando constantemente en torno al pintor, tratando tan sólo de entender.

Las propuestas y los logros conceptuales, en su aspecto teórico, siempre han sido un punto de referencia importante en el trabajo del pintor, Manuel Quintana Martelo, Está interesado en la definición conceptual de la idea a través de la idea misma. El cuadro, así, podría dejar de ser cuadro para transformarse en su propio objeto. En el objeto del cuadro. Lo que lo lleva siempre, al punto de partida, al objeto inicial.