models quintana martelo
Un dibujo para la pintura.
Mirar, entender y actuar. Tres claves en la referencia pictórica. La necesidad de tener una mirada, de observar el modelo, de reflexionar (boceto) sobre la idea y allanar el camino para que la obra llegue a su destino en el desarrollo final de la misma. Ya es repetida y conocida mi atención al dibujo. Me interesa el dibujo como estructura del trabajo último y por eso le dedico atención y trabajo sobre ello.
En esta página muestro ocho modelos sobre aquello, que a lo largo me di trayectoria, me ha interesado primordialmente: modelos que pueden llegar a un formato de pintura en una fase posterior. Aquí estoy en el punto medio, en el desarrollo del modelo del modelo, por decirlo de alguna manera. Es el punto de partida en la idea inicial, el boceto, “(preboceto)”, y el siguiente paso el desarrollo sobre papel, ejercicio del dibujo, para llegar a una obra, un final posible, camino entre la pintura y la idea inicial.
Diría que es una vuelta de tuerca, un ejercicio “pleonástico” sobre la suerte del trabajo, volver a la idea, al principio, sin abandonar el desarrollo último: me interesa mucho la insistencia, el marco y margen para la duda, las preguntas y sus respuestas, los distintos caminos, y el intento de acertar con un resultado final.
El hecho de trabajar con materiales “ligeros”, con la mancha de carbón, el lápiz, la tinta, el pastel, aguadas, me permite obtener una imagen con cierta ligereza, alejada de la densidad de lo que entendemos “la pintura”, y así, ver, entender, la luz , consecuencia del volumen, manejada básicamente a través del contraste “claroscuro”, hecho, este, que permite obtener un resultado, una invitación a pintar.