Para Quintana Martelo, dibujar no es reflectar, la periferia formalista objetual en cuestión.
Es la comprensión del plano-campo de trabajo, la reflexión concisa sobre cómo abordar ese campo, y la base estructural del elemento-dibujo como método expresivo, de reflexión y análisis de las dicotomías contenido-continente, interior-exterior.
Cualquier proceso creativo que se desenvuelve sobre el plano como concepto bidimensional, tiene un paralelo en la tridimensional, con más fuerza e idéntica lectura, sea o no formalmente representativo el objeto y la superficie espacial ocupada.