Artista Plástico
De esos años, recuerdo las becas que obtuve, y mi primer viaje a París, en donde pude ver en galerías, aquello que conocía en reproducciones. y en donde vi por primera vez a los impresionistas, a Picasso, a Magritte; y a los constructivistas en la Biennale de París, toda una experiencia para la ambición de un estudiante de arte.
Esa primera salida me permitió conocer un mundo nuevo, una dimensión diferente a la realidad, que se transformó en una visión distinta hacia el arte. Allí comprendí, que el mundo, la sociedad y el arte sufrían un cambio absolutamente radical, tiempos de revisiones, de formulaciones políticas, de posicionamientos, de conocer activistas en el exilio, de disfrutar un mundo social, que cumplía aquella máxima tan querida: “seamos realistas y pidamos lo imposible…”
En el último año de Bellas Artes, experimenté con una instalación visual proyectando un haz luminoso que provenía de la intervención sobre diapositivas, el film revelado en negro.
El objetivo era la proyección de líneas visuales con márgenes difusos que variaban según un proceso mecánico invadiendo el espacio visual.
Mas tarde investigué con fotogramas interviniéndolos directamente con diversas tintas y punzones para obtener imágenes visuales que eran visibles con la proyección lumínica.
Fue una experiencia que dio entrada a un proceso pictórico en donde la interpretación de fragmentos objetuales iba a conformar una etapa “abstracto-expresionista” en la década los 70-80´s.
1975
Mi relación con Rembrandt viene desde lejos: después de Goya, es el primer pintor que me impresiona, con ellos y con Velázquez compartía días en el museo del prado.
En los cambios de tren, camino de Barcelona, en segundo de bellas artes, conozco a un profesor que me lleva hasta los muralistas mexicanos, desde ese momento y dada mi “cierta” obsesión por los grandes formatos, ve en mí una capacidad de absorber el espacio y de manejar la composición que dice me acerca al mural.
Las investigaciones son lógicas y empiezo a diferenciar entre el mural y la pintura de pared. y a comprender el parón histórico que se produce en la ornamentación de paredes, entre el renacimiento y los muralistas mexicanos del siglo xx. estudio a los artistas del trecento y quatrocento, analizo a Paolo Ucello, que es donde el arte comienza a pretender la tercera dimensión de un modo más preciso: sus composiciones geométricas, su arquitectura me interesa mucho y construyo mi trabajo en base a una analítica geométrica muy precisa….
Mientras, surgen y son de estudio las otras pinturas de caballete…y ahí aparece Rembrandt con su “escultopintura“, con sus trazados hechos a base de pintura con el rabo del pincel para dar efectos y transparencias, observo su intensidad, su materia que me apasiona, sus grises y sombras, su ritual pictórico, su libertad creativa, su desparpajo, la mezcla de color totalmente matérico. copio algunas de sus obras y sobre una, “Una chica en una ventana“, me surge todo un mundo paralelo que coincide con la transición, y pienso en esa pintura e imagino que esa ventana podría ser aquella desde la cual se ve el mundo, y decido empezar una serie de pinturas y dibujos, que título “Crónica desde Rembrandt“, una confrontación entre el mundo social del momento y la pintura, entre la reflexión y manifestación. entre la lucha colectiva y la otra lucha, la mía personal con la expresión y en cierto modo el alejamiento de los clásicos….
1976
EL PACTO DE YALTA
1976-1977
En el Pacto de Yalta, trabajo inicialmente, a partir de una imagen física, la histórica imagen del “Pacto de Yalta”, con Churchill, Stalin y Roosevelt; hago variaciones e interpretaciones de la misma, transformando y reinterpretando la imagen.
Posteriormente me fijo en detalles de la propia guerra y los elementos de manejo militar: fusiles, bayonetas, símbolos, elementos de hierro anti desembarco…y comienzo a construir temas, y proyectos a partir de series y fragmentaciones, dando forma a un contexto de propuestas muy variadas y con un sin fin de recursos para trabajar, de algún modo, la secuencia, el argumento toma forma y empiezo a ampliar la imagen inicial, hasta que queda totalmente descontextualizada y adquiere un aspecto totalmente abstracto.
Fueron series que nunca llegaron en pintura.
Decidí que a partir de la copia que había hecho de Rembrandt, utilizar de punto de partida el juego de la ventana , y dejando de lado todas las imágenes y trabajos que recordaban al Pacto de Yalta, retomé el resto del trabajo que de algún modo había ido surgiendo a través de las interpretaciones sobre temas y elementos de la guerra…
Le daba vueltas a como organizar mis ideas y tomó fuerza algo parecido al sincretismo.
Mi intención era realizar una nueva propuesta, en la que me planteaba la confrontación entre la obra y su otra forma.
El propio objeto o la fotocopia de la propia obra.
En toda la muestra había una confrontación entre la forma y su propuesta, o entre la idea y su puesta en escena.
Manolo Allué y yo, tomamos una palabra del diccionario un poco al azar “Cerco”, que luego transformamos en los Cercos-as, que da título y forma al proyecto. La actuación parte, de seguir el contenido semántico y semiológico de la palabra hasta buscar la definición de esta, entenderla en su significado y adecuar la actuación al significado, a su contexto real…vallas, alambres redes, cercados, etc. Y a su interpretación plástica, a modo de bocetos, propuestas e intervenciones sobre el campo natural del objeto y sobre la intervención del mismo en el estudio.